Camprodon

En el corazón de los Pirineos gerundenses y con raíces de la Garrotxa encontramos Camprodon, una tierra rica en historia, tradición y versatilidad, cuya fauna, paisajes, gastronomía y naturaleza la convierten en un municipio vivo ¡los 365 días del año!

Actualidad informativa de la situación sanitaria producida por el Coronavirus dirigida a ciudadanos y empresas del municipio. Prevenir pera reducir la incidencia de la pandemia.

Camprodon se sitúa en la comarca del Ripollès, dentro de la provincia de Girona y en el centro de los Pirineos gerundenses. Sant Pau de Segúries, Molló, Sant Joan de les Abadesses, la Vall de Bianya o Montagut, son algunos de los municipios que la rodean.

La fusión del río Ter y el Ritort nace en el término municipal de Camprodon, hecho que lo convierte en un lugar con numerosas fuentes. En total se cuentan más de una quincena, repartidas tanto dentro como fuera del núcleo urbano y confluyendo todas ellas dentro del municipio.

La arraigada cultura e historia de nuestro territorio convierte el patrimonio que lo habita en una parte muy importante del municipio. Descubre las fuentes distribuidas por el Valle que se sitúan en medio de paisajes rurales únicos, visita nuestras iglesias y ermitas de estilo románico, conoce la evolución de nuestra tierra y disfruta de la autenticidad de los pueblos de Rocabruna, Beget o Cavallera...

Con tal de conocer con mayor profundidad el entorno económico, demográfico y turístico del municipio, la Diputación de Girona pone a nuestro alcance información estadística local de cada uno de los municipios en el Sistema de Información Socioeconómica Local (XIFRA). De este modo, podemos descubrir con mayor exactitud todo lo que abarca Camprodon.

Si la participación altruista y solidaria te llena, puedes colaborar con el voluntariado de Camprodon en ámbitos cívicos, sociales, culturales, ambientales, económicos y políticos en servicios por el bien común.

Las reliquias de San Paladio se encontraban en Embrun, un pueblo situado en los Alpes franceses. Según cuenta la leyenda, unos frailes benedictinos fueron a robarlas para traerlas a España.